19 jul 2014

Transformers 3: dark of the moon (2011)


La tercer entrega mantiene muy dignamente la calidad a la que nos tiene acostumbrados Michael Bay y su equipo.

Sinopsis: En la Tierra, los Autobots y los Decepticons se ven envueltos en una peligrosa carrera espacial, entre los EE.UU. y la Unión Soviética, que podría desencadenar una guerra de tal magnitud que destruiría el planeta sin que ni siquiera los "transformers" pudieran impedirlo.


Estaba decidido a no ver esta película. La primera entrega fue la novedad, una película live action de los Transformers! había que verlo. Todos nos maravillamos cuando vimos por primera vez esos robots gigantes transformándose, interactuando con el mundo real.
Pero cuando ves más allá de los fuegos artificiales la propuesta es bastante vacua. Las películas de Transformers no se sostienen por el protagonismo de los Autobots y los Decepticons, ni por los efectos especiales o las interminables secuencias de acción. Se sostienen por sus protagonistas humanos.
Y me atrevería a decir que justamente por eso, esta tercer entrega es la mejor de la trilogía. En la 1era nos encontrabamos con un Sam Witwicky de secundario, con los problemas de instituto a los que tanto nos tienen acostumbrados las películas yanquis. En la 2da se repiten ciertos gags pero en la facultad y se vuelve algo tedioso.

Ahora "el lado oscuro de la luna" encuentra un justo equilibrio entre los conflictos del protagonista y el conflicto principal, la guerra entre los Transformers. El argumento utiliza eventos por todos conocidos como el viaje de Apolo 13 o la tragedia de Chernobyl para desarrollar el conflicto (otra vez de un "arma secreta", esta vez en la luna) pero con los suficientes giros como para mantenerlo interesante A pesar de lo que uno podría esperar, no es Optimus Prime el que lleva la película adelante. Uno como espectador empatiza con Sam, un ultra-carismático Shia LaBeouf, es él quien lleva adelante la historia,. Que ahora se encuentra desempleado y no encuentra su lugar en el mundo (a pesar de haberlo salvado ya dos veces), nadie reconoce sus méritos del pasado. Sumemosle el tríangulo con Dylan (Patrick Dempsey) y Carly, la hermosísima Rosie Huntington-Whiteley (la cámara la ama!). Y un elenco secundario que tiende a sumar. Se dan el lujo de tener a John Malkovich (como jefe de Sam), un Ken Jeong prendido de fuego (Chang en la sitcom Community) que no puede no robarte una carcajada, y repite el siempre enorme John Turturro. La innecesaria aparición de los padres de Sam ahora está en su justa medida.

El problema es que Michael Bay vuelve a repetir una y otra vez sus peores vicios. Escenas de acción infumables, la lucha entre los Trasnformers se vuelve siempre confusa. Pero bueno, mal tampoco le va, en IMDB tienen un promedio entre 6 y 7 y ya va por su cuarto film. Yo creo que a esta peli le sobran unos 40 minutos, porque reitero: empieza bien. Pero cuando termina uno acaba extenuado (la batalla final en Chicago no terminaba nunca!). El gigante Guillermo del Toro nos ofreció en Pacific Rim (2013) escenas de lucha entre mechas que resultaban mucho más claras, intensas y divertidas, -y otra vez volvemos a mi teoría de que uno empatiza con un ser humano, esos mechas no tenian conciencia como los autobots-.

Al final puedo decir que mi prejuicio con esta película estaba justificado. Una más. No aporta nada nuevo. Pero cierra dignamente esta trilogía. Me quedo con algunos gags, con parte del elenco que la rema a fuerza de talento. El resto, olvidable.

Veremos que nos espera en la nueva trilogía protagonizada por Mark Wahlberg. O verán, otras personas... yo a ese tren ya no me subo.

17 jul 2014

Die welle (2008)


El cine alemán revisita la ideología del nacionalismo extremo con este inteligente drama situado en el ámbito de un colegio secundario.

Sinopsis: Rainer Wegner, un popular profesor de colegio debe enseñar a sus renegados alumnos el autoritarismo nazi, como parte de un proyecto escolar. Decide realizar un experimento poco ortodoxo, que unirá a sus alumnos.

¿Qué es una autocracia? ¿qué elementos se necesitan para conformar una dictadura?
El director Dennis Gansel nos plantea una serie de preguntas para reflexionar sobre el nazismo y las dictaduras en general, pero siempre desde el drama humano. Gansel traspola muy hábilmente estas cuestiones al ámbito escolar. 
Todo surge a partir de un proyecto de estudio: al liberal profesor Rainer Wenger (un muy convincente Jürgen Vogel) se le asigna a su pesar el curso de Autocracia en vez del de Anarquismo. Se propone entonces llevar el proyecto a otro nivel y que sus alumnos vivan en carne propia la conformación de un grupo fascista, los uniformes, el saludo y los códigos propios, la simbología y la exclusión y rechazo a todo aquel que no pertenece al grupo. Como es de esperarse el proyecto se le va de las manos al profesor y los muchachos comienzan a cambiar de actitud sin ser conscientes de ello.
Lo único que le marcaría al film es que toda esta "evolución" transcurre en una semana escolar y se ve un tanto forzado. Es un detalle menor de todas maneras.

La propuesta recuerda un poco a El experimento (Das Experiment, 2001) en cómo una persona puede transformar su actitud dependiendo del ámbito y las circunstancias. E incluso yendo un poco más lejos, a films como A Clockwork Orange (1971) o Swing Kids (1993) en el sentido de cómo se trata la evolución de los personajes, el lavado mental y la alienación, el pensamiento individual vs. la imposición de normas, el libre pensamiento y la censura.

Un film inteligente que abre las puertas al debate. Pero insisto, siempre desde el drama personal de los protagonistas. En primer plano está la historia de cada estudiante, de sus dudas y sus motivaciones, por sobre las moralejas o el discurso político. Ahí es donde "La Ola" gana. Enfatizando cuestiones emocionales, las inseguridades, la necesidad de aceptación, la falta de un objetivo o las aspiraciones que uno tiene en la vida. Cuando llegamos al debate socio-político ya estamos muy cerca de los protagonistas. Muy recomendable.

1 jul 2014

About time (2014)


Comedia romántica con elementos de ciencia ficción, del director de Love actually y Nothing Hill.

Sinopsis: Tim Lake (Domhnall Gleeson) descubre que puede viajar en el tiempo.  Así es que decide volver al pasado a intentar conquistar a Mary (Rachel McAdams), la chica de sus sueños.


Anoche vi esta película sin saber muy bien que esperar. El poster es engañoso. Había escuchado buenas críticas y la verdad es que me sorprendí con una propuesta bastante original. Una comedia romántica donde el personaje protagonista puede viajar al pasado, su propio pasado y alterar hechos de su vida. La idea ya se ha visto antes, la diferencia está en el enfoque. En el "Efecto Mariposa" por ejemplo, cada viaje desataba una tragedia detrás de otra (que incluían a veces muertes muy forzadas). Acá en cambio las situaciones no buscan otra cosa que robarnos una sonrisa (o una lágrima emotiva, según el caso).

El director, Richard Curtis hace lo que mejor sabe y a lo largo de eventos cotidianos nos brinda un film lleno de humanidad, emotividad, diálogos ingeniosos y grandes actuaciones. Sus virtudes están en el desarrollo de los personajes, todos ellos muy queribles. Se destaca Bill Nighy, el padre del protagonista, gran actor y muy lindo personaje. Gleeson cumple correctamente y Rachel Adams repite un personaje similar al que vimos en The Time Traveler's Wife (2009).
Por cierto, en esa cinta los viajes del tiempo eran los verdaderos protagonistas y generaban situaciones dramáticas, desconcertantes, giros sorpresivos. En cambio,  About Time evita estas cosas al punto de traicionarse a sí misma. No hay drama ni tragedia en los viajes temporales. El elemento fantástico es una mera excusa para contarnos una historia de amor. Y este es su mayor defecto.

La película es entretenida y bien resuelta, pero no explota su original propuesta al máximo potencial, no se la juega. Promediando el final, se vuelve sosa, innecesariamente moralista. Y la lógica de las leyes en los viajes temporales se corrompe -por eso decía lo de traicionarse a sí misma- en pos de la historia, del momento emotivo.
Algo así pasaba en el final MIB 3, donde también hacían la "vista gorda" a las leyes temporales que ellos mismos habían planteado, pero el peso dramático de esa decisión en Men in Black tenía sentido. En About Time hacen trampa y les sale mal.
Todo porque el director nos quiere decir que vivamos cada día como si fuera el último. Ah y que encontremos el amor! Esa es la tragedia que plantea el film, no encontrar el amor o la persona correcta... sino nada tiene sentido, un mensaje bastante debatible (una lástima lo que plantean con el personaje de Kit Kat). Según Curtis la vida se define por la pareja que uno elige -o que le cae a uno por azar bah-.

En fin, un film entretenido, original y con muchos aciertos. Pero que podría haber sido mucho mejor resuelto si se arriesgaban con un guión más inteligente, más orientado al humor que a la moraleja y al sentimentalismo barato.