18 ago 2009

Passengers (2008)


Fallido thriller sobre los sobrevivientes de un accidente de avión, con una trama muy suave que nos irá llevando a un desenlace que nadie se espera...

Sinopsis: Una psicóloga tratará de ayudar a los supervivientes de un accidente aereo y desarrollará una conexión especial con uno de ellos. Sin embargo, cuando estas personas comienzan a desaparecer misteriosamente, ella sospechará que detrás de todo hay una oscura conspiración que tratará de destapar.

En un principio, la película promete. Con un escenario no del todo original, pero que es propicio para desarrollar una historia atractiva, Passengers comienza prometiendo misterio y suspenso. Luego nos muestra la relación entre la psicóloga y uno de sus pacientes. En este tramo del film prevalece el drama y el romance. Y sobre el final, el suspenso intenta llevar pobremente al espectador hasta la penosa revelación del desenlace. Esta ambigüedad de géneros le resta calidad al producto.
La idea general del guión no está mal, es un concepto interesante pero mal llevado a la práctica. El drama está débilmente matizado por unas pocas escenas de suspenso que no tienen ningún sustento en la trama. Y la historia no conduce al espectador hacia el misterio y su develación como debiera. Por eso, las "pistas" que intenta dejarnos el film, en el desenlace sirven de poco. De hecho, son los mismos protagonistas los que aclaran y confirman con un dialogo muy explícito todo lo que realmente sucede (y que devela abruptamente, el carácter sobrenatural del film). Un recurso pobre para terminar con una película que podría haber dado mucho más.
La dirección corre por cuenta de un correcto Rodrigo García -que cuenta con una amplia trayectoria en series-; y es protagonizado por Anne Hathaway (The devil wears prada) y Patrick Wilson (Hard Candy, Watchmen).

LOS FINALES SORPRESA
En conclusión, el film se deja ver y cierra una idea interesante que bien desarrollada podría haber llegado a buen puerto, pero que, lamentablemente, se queda a mitad de camino. El problema suele ser muy sutil, en estos casos. Un guión poco claro, sin un género que prevalezca, una dirección correcta pero poco jugada, un montaje ineficaz, etc.
En los últimos años se ha visto mucho en Hollywood este tipo de estructuras narrativas. Donde los mundos paralelos, los problemas mentales, los sueños o los fantasmas vienen a sustentar los desenlaces más inesperados.
Un gran exponente de estos casos es Sexto Sentido (1999) de M. Night Shyamalan, donde el final es una sorpresa pero que, gracias al talento del director, llega muy naturalmente. Otros casos similares son Los otros (2001) o Mente siniestra (2005), dos correctos pero olvidables films de suspenso. O El maquinista (2004), excelente y muy recomendable thriller psicológico. O casos extremos y muy rebuscados como Identidad (2004), cuyo final sino es decepcionante es, por lo menos, polémico. Y la lista se extiende y sigue...
Lo cierto es que Shyamalan hay uno solo y ni él pudo repetir el éxito del film que lo llevó a la fama.
Estos casos, son solo algunos ejemplos de lo bien o mal llevado que puede ser una estructura narrativa con final sorpresa. El debate está abierto y, como dice el dicho, "sobre gustos no hay nada escrito".

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