19 sept 2016

The Nice Guys (2016)


Entretenida comedia escrita y dirigida de Shane Black. Una buddy movie como ya no se ven, un policial de tono retro que no se toma para nada en serio.

Sinopsis: Jackson Healy, un detective privado y Holland March, un oficial de la policía se unen luego del sospechoso suicidio de una estrella porno en decadencia. Sospechoso, porque la tía de la víctima asegura haberla visto viva luego de que la noticia saliera en todos los medios. March decide investigar el caso porque necesita dinero, y en pocos días aparece metido en medio de una conspiración.


Shane Black vuelve a las andanzas con una comedia policial (básicamente el único género que le conocemos pero que tan bien sabe manejar) ambientada en los setenta, en Los Angeles. La primer mitad del film construye muy bien la intriga, presenta a los personajes y el caluroso y estrambótico ambiente de aquel momento, que ya vimos en incontables películas -todavía tengo muy fresca en la memoria Inherent Vice (2014)-. Todo muy dentro del género noir, lleno de los clichés que suelen tener este tipo de películas, pero con la agradable sorpresa de no tomarse demasiado en serio. El gran acierto de esta producción está en el casting: Russel Crowe y Ryan Gosling forman una dupla cómica memorable. Un matón de poca monta con anhelos de redención y un torpe y mediocre detective privado, respectivamente, cuyos caminos se cruzan por azar. Pero el caso de una actriz porno desaparecida los forzará a unirse para develar lo que pareciera ser algo más profundo y complejo, tal vez una conspiración.
Si, todo avanza sobre terreno conocido. Por eso, los logros del film se apoyan sobre todo en el desarrollo de los personajes principales, en la conformación de esa sociedad apurada pero, casi por azar, efectiva. 
Black le saca el jugo a sus puntos fuertes, todo recuerda a sus trabajos anteriores. Allí están los rasgos más salientes de sus buddy movies, Lethal Weapon (1987) o The Last Boy Scout (1991); pero sobre todo Kiss kiss bang bang (2005). El escenario y el dúa que conformaban Robert Downey Jr. y Val Kilmer están muy muy presentes en The Nice Guys. Aunque en este caso no hay -¡gracias a Dios!- un subplot romántico, esta sociedad tiene una tercer pata representada por Holly, la hija del detective March (Goslin), una especie de Penny para el inspector Gadget. Una joven promesa de la actuación, la labor de Angourie Rice es notable y tiene momentos memorables.

La segunda mitad del film se pavonea entre el absurdo y la autoparodia, lo que dinamita en gran medida lo que tan bien se construyó en la primer mitad. No se pierde el disfrute en ningún momento, pero sí da la sensación de que Black se perdió en cierta medida una oportunidad de cerrar mejor su producto. Los personajes de Kim Basinger y Matt Bomer están dentro de ese universo exagerado y se sienten desaprovechados. Goslin, siempre al límite de la sobreactuación, comienza a recordar a Guillermo Francella o Emilio Disi. Sobre el final, el tono exagerado acerca la cinta a Rush Hour (1998) o incluso Tommy Boy (1995), aunque todavía quedan lejos productos más industriales e impersonales como 21 Jump Street (2012). La voz autoral de Shane Black todavía está ahí, intacta.

Nos quedamos con la química entre los dos actores que supieron componer una dupla querible, algunas escenas hilarantes y muy buenos diálogos (¡el del ascensor!). Esperamos volver a ver a estos buenos muchachos.

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