15 ago 2008

Más extraño que la ficción (2006)


Will Ferrel es el arquetipo del actor encasillado siempre en el mismo papel: desde sus comienzos en Saturday Night Live pasando por todas sus películas. Con comedias tontas como Una noche en el Ruxbury (1998) hasta la fallida remake de Hechizada (2005), este comediante siempre hizo de payaso o de tonto, o las dos cosas juntas. En Stranger than fiction sorprende para bien con un personaje bastante diferente a lo que nos tenía acostumbrados. Interpreta a Harold Crick, un aburrido auditor de rentas e impuestos atrapado en la rutina, hasta que un día empieza a escuchar la voz de una escritora en su cabeza narrando cada una de las cosas que hace. Su vida de rutina, soledad y números está siendo escrita por otra persona, y es persona piensa matarlo!
El papel es perfecto para él, realmente supo componer un personaje soso e inexpresivo pero muy querible. El resto del reparto es impecable: Maggie Gyllenhaal -está excelente como la pastelera que enamora al protagonista-, Dustin Hoffman -que se lleva los mejores diálogos intentando guiar y ayudar a Harold, realmente delirantes- y Emma Thompson como la escritora en cuestión -fumadora compulsiva, huraña, que busca inspiración en los lugares menos pensados-, se come la película.
El director Marc Forster (Finding Neverland, 007 Quantum of solace) supo contar una historia entretenida y muy original, que mezcla sabiamente elementos fantásticos, dramáticos y también de comedia. Cada detalle de cada personaje, cada toma, cada palabra... todo está puesto conscientemente para que sobre el final todo cierre perfecto. Forster supo también manejar la ambivalencia entre el absurdo y el drama en un guión bastante inusual y que se podría haber caído en cualquier momento, sin embargo el resultado no pudo ser mejor. Además, el argumento juega mucho con lo que uno como espectador espera que pase, los giros argumentales, los finales trágicos, la relación de los personajes: todo forma parte de la vida de Harold que es, también, una novela.
Un film que no tiene desperdicio. Divertido, emotivo y muchas cosas más. Un paseo de escenas ocurrentes y momentos que te divierten y te roban una lágrima por igual.
.
Una nota aparte como diseñador: los motion graphics que se usaron en la película suman mucho al argumento y a la estética del film. Están perfectamente plantados y resaltan la afinidad del personaje por los números, su obsesión por contar todo y el elemento "tiempo" que también tiene mucho peso en la trama. Pero sobre todo hacen una experiencia visual mucho más atractiva. Es solo un detalle, pero es raro que esto no se vea tan seguido en otros films. Sin duda, un punto más a favor de esta cinta.

No hay comentarios: