No pueden faltar cada temporada títulos como Los extraños en la cartelera. Films de terror para disfrutar en el cine con un balde de pochoclos, donde primeriza la experiencia misma del miedo y el shock. Parejitas y adolescentes abranzandose, riendo y gritando del susto.
The strangers es la opera prima de Bryan Bertino, quien maneja magistralmente los momentos de tensión y suspenso a lo largo de todo el film. El primerizo director y guionista sorprende con un producto fresco, minimalista y bien realizado.
La historia está basada en hechos reales sobre una pareja que se aloja por una noche en una alejada residencia, y son allí asediados por tres psicóticos enmascarados. Protagonizan Liv Tyler y Scott Speedman, muy correctos los dos en sus papeles.
Por suerte, no se repiten fórmulas ya gastadas en films como Sé lo que hicieron el verano pasado o Scream, aunque es inevitable caer en ciertos lugares comunes. El film es simple y de bajo presupuesto, todo transcurre en la casa. Pero a pesar de su excelente dirección y edición, en sus 85 minutos de duración no se desarrolla ninguna trama. Es el terror por el terror mismo, y con media hora hubiera alcanzado para contar esta historia.
Aquellos que vayan al cine sin grandes expectativas y gusten de este tipo de películas, tal vez salgan satisfechos. Yo, personalmente, esperaba otra cosa. El juego psicológico de los tres atacantes es enfermizo y perverso, y repito: está narrado magistralmente. Pero ahí se queda la cosa, el final del film no ofrece giros argumentales, ni develaciones. Nada está justificado y tampoco hay sorpresas. Y a mí no me alcanza: The strangers es una película que daba para más, y tranquilamente se puede dejar pasar.
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